martes, 18 de enero de 2011

Bazaruto, paraíso entre delfines


Salir al mar para ver delfines siempre es agradable y simpático. Si además lo hacemos en el parque nacional del archipiélago de Bazaruto, el resultado es paradisíaco. Frente a la costa de Mozambique, en el enorme brazo de mar que separa el sur del continente africano de la isla de Madagascar, es decir, el Canal de Mozambique, se dispersan un puñado de islas de forma paralela al litoral. Uno de este conjunto de islas es el archipiélago de Bazaruto, frente a Vilanculos.

Bazaruto es parque nacional marítimo terrestre desde 1971 y está formado por cinco islas a cada cual más espectacular (Bazaruto, Santa Carolina o isla Paraíso, Benguerra, Magaruque y Bangue de norte a sur respectivamente). El tópico de playas infinitas y solitarias de arena blanca cegadora bañadas por un mar azul con todas las tonalidades posibles entre turquesa y el esmeralda está aquí representado como en pocos sitios. A Bazaruto llegué casi por casualidad, para conocer el parque y un hotel como complemento al parque nacional Kruger, en Sudáfrica. Lo que no es casualidad es que me impactó de tal forma que volví y es seguro que regresaré.


La isla de mayor superficie, que da nombre al archipiélago, es una especie de pequeño continente de 37 kilómetros de largo por 7 de ancho con una gran cantidad de hábitat desde lagunas saladas y dulces donde habitan cocodrilos y flamencos desde octubre bajo la atenta mirada de las águilas pescadoras, hipopótamos de agua salada –algo muy poco frecuente-, y hasta altísimas dunas de arena inmaculada. En sus manglares vive a gusto el manatí o dugon (el nombre de vaca marina nunca me ha convencido del todo…). A sus playas llegan 5 especies de tortugas marinas para desovar cada año y mar adentro sus aguas están habitadas por tiburones, mantas raya o diferentes especies de cetáceos -desde ballenas jorobadas o australes a delfines- y peces como el marlin o el pez vela. En los arrecifes de coral circundantes, uno de los mejor conservados del mundo, nada menos que 2.000 especies de peces… el 80% de las especies del Indo-Pacífico.
Están presentes 180 especies de aves, que multiplican su densidad desde septiembre a abril con la presencia de zancudas migratorias.

¿Qué que hacen por aquí cocodrilos e hipopótamos? Pues la evidencia de que el litoral de Mozambique estaba en sus áreas de distribución cuando estos cinco pedazos de tierra se disgregaron de la costa hace 10.000 años.
En el parque, de forma sencilla desde el lodge Indigo Bay resort, se organizan salidas para ver cetáceos. Hay que navegar despacio, pues no es raro toparse con alguna tortuga marina. Los delfines no tardan en aparecer y se muestran dóciles y juguetones con la proa del barco. Se trata del delfín mular o delfín de nariz de botella (Tursiops truncatus), el más cosmopolita y común de las 30 especies de delfines existentes, llamado así por la forma que tiene su mandíbula superior más corta que la inferior. Poco tiene que ver con la nariz real pues ésta es en realidad el espiráculo dorsal. Desde la cubierta de la embarcación se observan con facilidad estos grupos (vainas) de 10-12 individuos. Sus cuerpos grises saltan en armonía en la proa del barco dejando ver su tamaño, de 2,5 metros de longitud, sensiblemente menor que el los delfines mulares de aguas más frías, cuyos machos alcanzan los 4 metros de longitud. Valioso como este parque nacional del sur de África.

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