martes, 8 de marzo de 2011

Acantilado de los Gigantes

Parque rural de Teno

El acantilado se encuentra en el noroeste de Tenerife, Canarias

El acantilado de Los Gigantes es un inmenso farallón rocoso que se levanta más de 700 metros en vertical desde el océano Atlántico en el noroeste de Tenerife. Es la cara litoral de un macizo montañoso, el de Teno, que por su biodiversidad, está declarado parque rural, una de las figuras de protección de la Red Canaria de espacios naturales protegidos. El macizo de Teno tiene su máxima altitud en algo más de 1.300 metros y encierra un mosaico vegetal sumamente interesante con bosques de laurisilva, bosques termófilos, cardonal-tabaibal y vegetación xerófila y halófila. Desde las alturas de Teno descienden hacia el mar una serie de espectaculares barrancos de curso muy estrecho y vertical. En el interior de estos barrancos crece además una flora rupícola muy representativa. Los barrancos más importantes y espectaculares son Los Carrizales, Masca y Seco, entre otros, algunos de ellos sólo accesibles por mar.
Es precisamente desde el mar desde donde se aprecia en toda su magnitud la espectacularidad de estos acantilados tinerfeños, los mayores de la Unión Europea meridional.

En algunos puntos alcanza los 700 m. altura

Desde tierra se pueden contemplar si nos situamos en dos puntos: la localidad de Los Gigantes y la punta de Teno. A la primera se llega sin problemas desde el sur de la isla. Para acceder a la punta de Teno y su emblemático faro, desde el que se disfrutan las mejores puestas de sol de la isla, es preciso tomar una carretera que se abre paso en la roca desde Buenavista del Norte, en la vertiente septentrional del macizo.

Delfines mulares y pardela

En torno a los acantilados se organizan diferentes actividades y excursiones que van desde recorrerlos en kayak de mar o las excursiones en velero, hasta el avistamiento de cetáceos. Propuestas por tierra y mar. Entre Los Carrizales y Los Gigantes habita una interesante población de delfín mular, frecuente compañero de viaje en la navegación por la zona.
También es posible ver en este rincón del cielo canario el vuelo del águila pescadora o guincho, que anida en estos paredones. En las partes altas del interior habita también la paloma rabiche y la paloma turqué –endémicas de la laurisilva-. El macizo de Teno es también Zona de Especial Protección para las Aves.

Barranco de Masca

En tierra la oferta de posibilidades no descansa. Entre las más espectaculares y activas destaca el descenso de cañones del barranco de Los Carrizales y la ruta senderista por el barranco de Masca (el parque es un paraíso para el senderismo).
Teno encierra una muestra de paisajes con todo el encanto del Tenerife rural; pequeños pueblos y caseríos se dispersan por un terreno incómodo, agreste y absolutamente espectacular. Un puñado de alojamientos rurales permite además prolongar el éxtasis paisajístico y mental el tiempo que haga falta. La carretera TF-436 recorre el espinazo de estas montañas canarias para ofrecer en apenas 20 kilómetros, uno de los racimos de paisajes más impresionantes del mundo.
Masca

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