lunes, 18 de junio de 2012

Varadero, todo incluido en naturaleza


Cada año miles y miles de personas llegan a Varadero buscando la “playa azul”. Sol, mojitos y piñas coladas. Nada más. La inmensa mayoría se van por donde vinieron si haber pisado más allá de la franja de arena situada frente a su hotel. Unas vacaciones tan respetables como otra cualquiera, sin duda, pero no van conmigo. Conocí Varadero con otros ojos, a través de una mirada bien diferente. Por supuesto con la referencia clara del mar, un mar de rabiosa belleza que le ha valido situarse en todos los ranking de mejores playas del mundo, sea quien sea el que lo confeccione.

Playa de Varadero, la "playa azul".
En mi visión de Varadero buscaba los encantos naturales de la península más famosa de Cuba. La playa con sus dunas y acantilados, la vegetación y fauna costera, el arrecife de coral, la Reserva ecológica Varahicacos, en el extremo oriental, o los esteros del sur, frente a la bahía de Cárdenas.



La península de Varadero o Hicacos es una fina prolongación de la isla en el Estrecho de Florida, con una longitud aproximada de 30 kilómetros y una anchura que oscila entre los 700-1.200 metros. Una fina lengua cuya franja noroccidental está ocupada casi en su mayoría por una playa de arena coralina de 22 kilómetros de largo. Arenas blancas y aguas de un intenso azul. No son 22 kilómetros rectos sino que la playa se divide en diferentes tramos que alternan la arena con pequeños salientes o tramos acantilados abrasivos de baja altura. El punto más elevado de la península es de tan sólo 27 m.

Costa norte de tipo abrasivo.
Bien diferente resultan las partes sur y oriental de la península de Varadero, de tipo acumulativo y bajo. Allí se forman zonas empantanadas, con bajos y pequeñas grutas. El mejor ejemplo lo encontramos en el Paisaje Natural protegido de Varahicacos, importante enclave de biodiversidad caribeño. En esta área protegida viven 15 especies de moluscos, 27 de reptiles, 159 especies de aves, 5 de mamíferos y 84 de mariposas. Es un importante enclave migratorio, con la visita por ejemplo de los siempre vistosos bandos de flamencos.
Manglares.

La vegetación está dominada por el manglar, como en otros esteros de la península. En Varahicacos crecen más de 220 especies de plantas.
Una de las cuevas visitables es cueva Ambrosio.


La plataforma terrestre se introduce poco a poco en el mar hasta llegar al arrecife coralino, uno de los más bellos del Caribe, donde proliferan por supuesto diferentes especies de corales y otros invertebrados marinos. También infinidad de especies de peces.

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